domingo, 29 de septiembre de 2013

Mercedes Fiñón

Ya no podía mas, dos puntos, pero le faltaba valor para un cara a cara con Marga, su pareja, sí, Mercedes era lesbiana o bisexual o lo que hiciera falta ser. No lo podía remediar, ni quería, dos puntos otra vez.

Puso el televisor, bajó el sonido, se sentó en el sofá y allí quedó cambiando una y otra vez de canal para dejar finalmente aquel del rescate de una foca monje. Era el sofá del amor.
Y se vino abajo emocionalmente al recordarlo. No tuvo ni que pensarlo, simplemente ocurrió.

Podía hacer las maletas, establecerse en algún lugar y decírselo por teléfono o con un e-mail, incluso con un mensaje al móvil. Pero en su refinada educación no le parecía ético.

Una nota, eso es, la dejaría sobre la cama junto a un beso, una rosa, y su perfume favorito, como si con eso consiguiera no marcharse del todo.

En el fondo le dolía, eran muchos años y aunque la embarcación en general hiciera agua por todas partes, el sexo era maravilloso. No podía imaginar nada mejor y lo que es peor, sin Marga. Pero el barco se hundía, ya no había pasajeros, tan solo una tripulante y el capitán. Mercedes no sabía que papel ocupar, en rigor se estaba yendo dejando sola a la otra persona ¿Quien era quien? Si ella fuera el capitán, Marga ya no seguiría a bordo pero estaba haciendo todo lo contrario, dejar que Marga fuera la última en abandonar la nave. 

Papeles inversos. El tiempo se le pasó volando y Marga llegó a casa después de una estresante mañana de trabajo, necesitaba relajarse. Se besaron y casi sin pretenderlo se amaron y Mercedes decidió en ese momento mágico del prolongado orgasmo que tuvo, que pese a las dificultades, dos son siempre mejor que uno. Y además a Marga no le importaba meter entre las sábanas a un hombre si Mercedes tenía el día tonto.

3 comentarios:

  1. A pesar de estar meditándolo largo tiempo, su decisión final no tuvo nada que ver con sus razonamientos.

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  2. Muchas veces se toman decisiones pero no se ejecutan, así le pasó que no afrontó su problema.
    Feliz domingo.

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  3. La pasión no entiende de razonamientos.
    Un abrazo.

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Adolfo González del Valle. 2012 - 2015 ©. Puedes contactar conmigo en: fotosderipley@gmail.com